Cada vez más personas están descubriendo el poder del yoga facial, y no es de extrañar que esta práctica se esté extendiendo. Hoy en día, es común encontrar clases de yoga facial en centros de yoga, talleres online y otros espacios dedicados al bienestar. ¡Y qué buena noticia es esta! ¿Por qué?
- Por salud física
Al igual que el cuerpo, la cara también tiene músculos que pueden tonificarse y fortalecerse, el yoga facial ayuda a mantenerlos firmes. Además, incluye técnicas que relajan y liberan la tensión muscular, lo que puede ayudar a reducir dolores de cabeza, migrañas y molestias relacionadas con el estrés, entre muchos otros beneficios.
- Por salud mental y emocional
Fomenta la conexión mente-cuerpo, al concentrarse en los movimientos y sensaciones del rostro, aumenta la conciencia sobre tu rostro y por extensión sobre tu cuerpo. Esta conexión mejora la autoestima y fomenta una actitud más positiva hacia ti misma/o.
Promueve la relajación, reduce el estrés y mejora el estado de ánimo, igual que el yoga tradicional que ya conocemos.
- Por los beneficios estéticos
Los ejercicios específicos para diferentes áreas del rostro ayudan a esculpir y definir el contorno facial y se tonifican los músculos faciales, ayudando a mantener la elasticidad de la piel.
También se produce una mejor circulación sanguínea y un aumento de la oxigenación celular, esto hace que la piel se vea más luminosa y revitalizada. El yoga facial estimula la producción natural de colágeno, lo que da como resultado una piel de aspecto firme y saludable.
- Por sostenibilidad
Es accesible para cualquier persona y puede realizarse en casi cualquier lugar y al ser tan efectivo se reduce la necesidad de consumir productos de belleza.
No genera residuos, no se necesitan cosméticos costosos ni intervenciones quirúrgicas, es una práctica que solo requiere tu propio cuerpo, un poco de tiempo y constancia.